Valparaíso, 14 de abril de 2021
Dirigentes de la Fenats Nacional del Hospital Claudio Vicuña, aseguran que los hospitales ya no están dando abasto para atender pacientes de alta complejidad; solicitaron al Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, interceder, de manera urgente, ante las autoridades del Ministerio de Salud, para autorizar el uso del nuevo edificio que se encuentra en construcción hace más de tres años y que a la fecha se encuentra terminado en un 80%.
“La verdad es que los hospitales no dan abasto, hay que inyectar nuevos recursos urgente, porque la gente se está muriendo, esperando una cama UCI”, aseguró Patricio Velásquez, presidente de la multigremial de la Quinta Región, quien explicó que la idea es que las nuevas dependencias se puedan trasformar en una Unidad de Cuidado Intensivo, con personal capacitado para su funcionamiento.
Actualmente, el hospital de San Antonio cuenta con 6 camas críticas, que se encuentran ocupadas. El reciento hospitalario tuvo que convertir los servicios de medicina, cirugía, maternidad y pediatría, en Unidades Respiratorias Agudas, URA, para mantener a los pacientes mientras se desocupa una cama, ya sea en Valparaíso o en otro sitio.
Además, como no hay suficiente personal especializado, los ventiladores están siendo operados por médicos generales y profesionales a honorarios, que no tienen mayor experiencia. “Es gracias a ellos que se están manejando las urgencias”, destacó Velásquez.
La capacidad de la morgue también se encuentra colapsada y por ello, así como en otros establecimientos del país, se tuvieron que instalar containers refrigerados, para almacenar los cuerpos de los pacientes fallecidos.
Dar uso a las nuevas instalaciones del Hospital Claudio Vicuña, requiere la autorización de las autoridades sanitarias y la determinación de entregar recursos, pero también necesita el apoyo del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, para capacitar al personal en manejo de pacientes UCI. Los trabajadores así lo entienden y están esperanzados en que la idea pueda concretarse lo antes posible.
Muchos funcionarios no han podido descansar, ni tomar vacaciones; otros están con licencia o tienen patologías crónicas que no les permiten desempeñarse en pandemia. Las fuerzas se agotan, los recursos escasean y los contagios no amainan, cada día reciben unos 40 casos nuevos o más y el hospital se hace chico; ya no existe cómo atender otras necesidades básicas, como diversas cirugías, porque todo se ha transformado para atender a enfermos de Covid-19.
